Había una vez... una casita de piedra que vivía en el Club de Campo Ferrol. Unos niños llegaron y soplaron y soplaron...como no se caía, entraron.
Dentro jugaban, leían, creaban y aprendían.
Como les gustaba, se quedaban, y día tras día, la historia se repetía...
El pasado Domingo... ¡nos hemos pintado de colores! Trenes, gallos, flores, barcos... tan solo con nuestras manos y un poco de imaginación podemos realizar auténticas obras de arte como estas!!
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