Había una vez... una casita de piedra que vivía en el Club de Campo Ferrol. Unos niños llegaron y soplaron y soplaron...como no se caía, entraron.
Dentro jugaban, leían, creaban y aprendían.
Como les gustaba, se quedaban, y día tras día, la historia se repetía...
Este sábado hicimos unos bonitos pajaritos de papel con filtros de café. Le tomamos prestada la idea a una compi Guaguera (¡gracias Asun!) y la adaptamos a nuestros materiales. Quedaron muy chulos, ¿a qué si?
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