Había una vez... una casita de piedra que vivía en el Club de Campo Ferrol. Unos niños llegaron y soplaron y soplaron...como no se caía, entraron.
Dentro jugaban, leían, creaban y aprendían.
Como les gustaba, se quedaban, y día tras día, la historia se repetía...
Para saber dónde nos hemos quedado cuando leemos esos libros y cuentos que tanto nos gustan, hicimos unas serpientes marcapáginas que decoramos cada uno como más nos gustó. Así de originales quedaron:
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